Lectores de pantalla para personas con discapacidad visual
Los lectores de pantalla son paquetes informáticos que permiten que personas con discapacidad visual puedan usar sistemas operativos de computadoras de escritorio, portátiles, teléfonos inteligentes y otros dispositivos.
De forma simplificada, se puede decir que los lectores de pantalla reproducen a través de una voz sintetizada todo el texto que se presenta en la pantalla. Sin embargo, se debe tener en cuenta que el usuario con discapacidad requiere más información debido al entorno gráfico de los sistemas operativos contemporáneos. Así que requieren conocer más sobre características gráficas tales como la posición del cursor, el nivel de avance de barras de progreso, la disponibilidad y manejo de barras de desplazamiento horizontales y verticales, botones, iconos, cuadros de texto, cuadros de diálogos, casillas de opciones o de verificación, etc. Tenemos entonces una larga lista de funciones gráficas que deben ser explicadas de alguna manera para hacerlas comprensibles a las personas ciegas.
Asimismo, la interacción con el lector de pantalla requiere del uso de comandos de teclado, en el caso de computadoras de escritorio y portátiles, o de comandos especiales de barrido para el uso de dispositivos con pantallas táctiles, de manera de garantizar que las personas ciegas reciban la información, y que también puedan interactuar de la forma más adecuada que sea posible.
Entre los lectores de pantalla más usados tenemos:
· NVDA. Funciona en sistemas operativos Windows, y es de descarga gratuita.
· Jaws. Funciona en sistemas operativos Windows y es de pago.
· Talkback. Especial para dispositivos de pantalla táctil con sistema operativo Android. Se puede descargar de forma gratuita.
· Voice Over. Es el lector de pantalla provisto para los dispositivos de Apple con sistema operativo IOS.
· Orca. Especial para plataformas GNU/Linux, de código abierto y descarga gratuita.
· Narrador. Provisto por el sistema operativo Windows.
Los lectores de pantallas disponen de decenas de funciones y características para ayudar a las personas con discapacidad visual a acceder a la información textual y no textual, así como diversas formas de interacción. Así por ejemplo, tenemos:
· Capacidad para interactuar entre el entorno gráfico y los dispositivos braille.
· Capacidad para la lectura de información textual contenida en imágenes a través de los programas OCR.
· Capacidad para la ampliación de textos para personas con baja visión (como el caso de Orca).
· Soporte para la lectura de diferentes idiomas.
· Funciones para el reconocimiento de CAPTCHA Visuales.
· Funciones especiales para la introducción de caracteres alfanuméricos mediante reconocimiento de voz o desplazamiento en teclados gráficos, útiles para pantallas táctiles.
Más allá de las diferencias entre los lectores de pantalla, todos garantizan un mínimo de autonomía y usabilidad de dispositivos informáticos. Sin embargo, su utilidad se ve potenciada con el nivel de accesibilidad de las aplicaciones así como de los contenidos en la Web.
Una mejor accesibilidad depende más del cumplimiento de ciertos criterios por parte de los creadores de contenidos en la Web que de los propios lectores de pantalla, ello a pesar de que estos últimos disponen de cada vez más funciones para sobrellevar las deficiencias originadas por la falta de accesibilidad de los contenidos disponibles.
Por otra parte, el usuario de lectores de pantalla debe hacer un mayor esfuerzo para aprender decenas o cientos de comandos de teclados o funciones de barrido si desea sacar el mejor provecho de tales tecnologías. Este proceso se facilita accediendo a manuales y listados de comandos de las diferentes aplicaciones disponibles en la Web.
Asimismo, el cumplimiento de criterios de accesibilidad en el desarrollo de aplicaciones disponibles en Google Play y App Store es clave para la autonomía, además de aplicaciones específicas para el uso de personas ciegas, tales como reconocedores de colores, lazarillos digitales, etc.
A pesar de avances y reveses en el desarrollo de tecnologías de asistencia, definitivamente el saldo es claramente positivo en comparación con la situación de apenas hace dos décadas atrás, cuando las tecnologías de información comenzaban a masificarse en todo el mundo.
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